ENFERMEDAD DE FABRY

La enfermedad de Fabry (denominada también enfermedad de Anderson-Fabry) es un trastorno hereditario poco frecuente ligado al cromosoma X y caracterizado por la ausencia o déficit del enzima α-galactosidasa A (α-Gal A). Como consecuencia, se produce la acumulación progresiva en globotriaosilceramidas (Gb-3) y otros glicoesfingolípidos, afectando al organismo de manera multisistémica por el carácter ubicuo de los lisosomas1.

Debido a la baja frecuencia de la enfermedad es difícil conocer cuantas personas están afectadas, pero se estima que hay 1 afectado entre cada 476.000 o 1 de cada 117.000 personas1.

Por su naturaleza, es una enfermedad progresiva2 y potencialmente mortal3 4 cuyas consecuencias clínicas son enfermedad orgánica específica y mortalidad temprana en hombres y mujeres5.

Signos y síntomas de la Enfermedad de Fabry

La enfermedad de Fabry es una patología compleja y cada persona puede verse afectada de forma diferente, presentando diferentes síntomas de distinta gravedad1.

El proceso inicial de la enfermedad empieza en la infancia o incluso en el periodo fetal. Sin embargo, muchos pacientes permanecen clínicamente asintomáticos durante los primeros años de vida1.

Los primeros síntomas pueden aparecer a los 6-8 años en varones y sobre los 10 en mujeres. Además, existen diferencias entre personas incluso dentro de una misma familia6. Algunas personas no presentan síntomas hasta la edad adulta7.

La afectación de órganos suele presentarse entre los 20 y los 30 años8, siendo los riñones, el corazón y el sistema cardiovascular a menudo se consideran las principales partes afectadas del organismo8, 9.

Diagnóstico de la Enfermedad de FABRY

El diagnóstico de la enfermedad de Fabry no es fácil. El tiempo medio que transcurre entre la aparición de los síntomas y el momento del diagnóstico es de alrededor de 20 años8.

El diagnóstico y la estadificación de la enfermedad de Fabry incluyen la demostración del efecto genético, pero, además, su especialista realizará también: confirmación de la sospecha diagnóstica, demostración del defecto enzimático, evaluación de la carga de la enfermedad, confirmación de que los signos y síntomas son consecuencia de la enfermedad de Fabry, y estudio familiar11.

El defecto enzimático es fácilmente medible mediante determinación de la actividad de ésta en gota de sangre seca1.

Vivir con la enfermedad

Recientes recomendaciones subrayan la importancia del tratamiento temprano tanto en hombres como en mujeres y hacen hincapié en la importancia del tratamiento personalizado y el abordaje multidisciplinar de la enfermedad12.

Actualmente, no existe cura para la enfermedad de Fabry. Sin embargo, el control de los síntomas y el tratamiento con terapias específicas de la enfermedad de Fabry, puede ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vidas5, 13.

Por último, existen tratamientos complementarios que no son específicos para la enfermedad de Fabry, pero que, igualmente, son importantes, ya que contribuyen a una mejora en el manejo de los síntomas de la enfermedad1.

A continuación, se describen los dos abordajes terapéuticos aprobados específicamente para esta enfermedad

¿EN QUÉ PODEMOS AYUDARTE?

Acrónimos:

α-Gal A: α-galactosidasa A
Gb-3: globotriaosilceramida
TSE: terapia de sustitución enzimática
TC: terapia con chaperonas

Referencias:

  • 1. Germain DP. Fabry disease. Orphanet Journal of Rare Diseases. 2010 Nov 22; 5:30.
  • 2. Schäfer E, Baron K, Widmer U, Deegan P, Neumann HP, Sunder-Plassmann G, Johansson JO, Whybra C, Ries M, Pastores GM, Mehta A, Beck M, Gal A. Thirty-four novel mutations of the GLA gene in 121 patients with Fabry disease. Hum Mutat. 2005 Apr;25(4):412.
  • 3. Mehta A, Clarke JTR, Giugliani R, Elliott P, Linhart A, Beck M, et al. Natural course of Fabry disease: Changing pattern of causes of death in FOS - Fabry Outcome Survey. Journal of Medical Genetics. 2009 Aug;46(8):548–52.
  • 4. MacDermot KD, Holmes A, Miners AH. Anderson-Fabry disease: clinical manifestations and impact of disease in a cohort of 98 hemizygous males. J Med Genet. 2001 Nov;38(11):750-60.
  • 5. Mehta A, Beck M, Eyskens F, Feliciani C, Kantola I, Ramaswami U, et al. Fabry disease: A review of current management strategies. QJM. 2010 Jul 21;103(9):641–59.
  • 6. Laney DA, Bennett RL, Clarke V, Fox A, Hopkin RJ, Johnson J, et al. Fabry disease practice guidelines: Recommendations of the national society of genetic counselors. Journal of Genetic Counseling. 2013 Oct 1;22(5):555–64.
  • 7. Ramaswami U, Parini R, Pintos-Morell G. Natural history and effects of enzyme replacement therapy in children and adolescents with Fabry disease. In: Mehta A, Beck M, Sunder-Plassmann G, editors. Fabry Disease: Perspectives from 5 Years of FOS. Oxford: Oxford PharmaGenesis; 2006. Chapter 31.
  • 8. Lidove O, West ML, Pintos-Morell G, Reisin R, Nicholls K, Figuera LE, Parini R, Carvalho LR, Kampmann C, Pastores GM, Mehta A. Effects of enzyme replacement therapy in Fabry disease--a comprehensive review of the medical literature. Genet Med. 2010 Nov;12(11):668-79.
  • 9. Zarate YA, Hopkin RJ. Fabry's disease. Lancet. 2008 Oct 18;372(9647):1427-35
  • 10. Mehta A, Ricci R, Widmer U, Dehout F, Garcia de Lorenzo A, Kampmann C, Linhart A, Sunder-Plassmann G, Ries M, Beck M. Fabry disease defined: baseline clinical manifestations of 366 patients in the Fabry Outcome Survey. Eur J Clin Invest. 2004 Mar;34(3):236-42.
  • 11. Ortiz A, Sanchez-Niño MD. Diagnosis and treatment of Fabry disease. Med Clin (Barc). 2017 Feb 9;148(3):132-138. English, Spanish.
  • 12. Ortiz A, Germain DP, Desnick RJ, Politei J, Mauer M, Burlina A, et al. Fabry disease revisited: Management and treatment recommendations for adult patients. Molecular Genetics and Metabolism. 2018 Apr 1;123(4):416–27.
  • 13. El Dib R, Gomaa H, Carvalho RP, et al. Enzyme replacement therapy for Anderson-Fabry. Cochrane Database Syst Rev. 2016; 7(7)
  • 14. Alipourfetrati S, Saeed A, Norris JM, et al. A review of current and future treatment strategies for Fabry disease: a model for treating lysosomal storage diseases. J Pharmacol Clin Toxicol. 2015;3:1051.

* Paciente ficticio. Imagen de libre uso
◊ Imagen de libre uso